Muchos cultivadores centran su atención solo en la etapa del cultivo, dejando de lado el proceso de Secado. Esto es un gran error, ya que de esto depende en gran medida si la yerba que tendremos será de buena o mala calidad a la hora de fumar.
Después de cosechar debemos secar los cogollos para que estos se puedan fumar correctamente y tengan un buen sabor y efecto al probarlos. Este paso es indispensable, ya que el secado convierte el THC de la planta de su estado ácido a su forma más psicoactiva. Un buen secado debe realizarse de forma lenta, ya que si se acelera este proceso, la clorofila y otros compuestos no logran degradarse y quedan atrapados en la planta, causando que la yerba tome mal sabor al ser combustionada. Es importante mencionar que después de cortar la planta ésta sigue madurando, ya que continúa el transporte de fluidos en su interior.
Por lo tanto, los PASOS para realizar un SECADO CORRECTO son:
1- Una vez cosechados, manicura los cogollos cortando las hojas grandes y medianas por donde se unen al tallo. Es importante cortar el peciolo (“Tallo” de la hoja), para que el exceso de humedad no genere hongos. ( Se pueden dejar las hojas pequeñas que tengan más resina )
2- El secado debe ser LENTO, lo ideal es poner los cogollos en un lugar fresco con una temperatura entre 18 y 24°C, y una humedad relativa del aire entre 45 y 55%. Las temperaturas muy bajas, generalmente hacen aumentar la humedad, por lo que el secado tarda más y puede provocar la aparición de hongos. Temperaturas altas y humedad baja, hacen que los cogollos se sequen excesivamente rápido, provocando que estos retengan clorofila y generen un mal sabor. (En general, un buen secado debe durar entre 1 y 2 semanas)
3- No exponer los cogollos a la luz ni manipularlos bruscamente (el manoseo excesivo de los cogollos puede provocar la caída de la tan preciada resina, disminuyendo el contenido de THC de nuestra planta)
4- Quebrar un tallo te dirá si los cogollos están bien secos, cuando suceda esto, pasarlos a frascos de vidrio herméticos.
